Hoy os presentamos una piedra curiosa por su forma y por su origen: el Shiva Lingam o el Huevo del Tíbet.
El Shiva Lingam se encuentra en forma natural como un óvalo de textura algo rugosa, con tonos que varían entre el marrón, ocre, gris, rojizo… Su procedencia es hindú, concretamente se encuentra en el río Narmada, uno de los siete lugares sagrados de la India, lugar donde se recogen sólo una vez al año durante la luna llena y antes de los monzones, en temporada seca. Allí se formaron hace millones de años cuando un meteorito chocó en el nacimiento del río Narmada, en Madhya Pradesh, una provincia al norte de Bombay, India. El inmenso calor del choque, causó la fusión de la roca de la zona con el material meteórico, lo que las hace ser únicas y muy especiales.
Para algunas de estas culturas, es considerada como una piedra sagrada y puede encontrarse denominada también como huevo del Tíbet o de la India, lingam sagrado, lingam yoni, falo de Shiva...
El shiva lingam intensifica la vitalidad y el nivel de energía pránica en el cuerpo. De acuerdo con la sabiduría Védica, los Lingams son generadores de energías de equilibrio mental, emocional, físico y sexual. Representan al ser interno, a la esencia del ser humano. Nos ayuda a conectarnos con nuestra alma y a encontrar nuestro propósito de vida.
Energéticamente se trata de una piedra de alta vibración y es la representación de la energía masculina de Shiva, que se utiliza para la curación y para el equilibrio, limpieza y transmutación.
Facilita la unión de la pareja, fomentando el amor. También resulta útil para sanar el dolor emocional que conlleva una separación de pareja, pues corta la conexión entre ambos. Es beneficiosa para ayudar a superar el abuso sexual, la infertilidad, la impotencia, síntomas de la menopausia, los calambres menstruales y todo patrón que tengamos que esté obstaculizando nuestro crecimiento espiritual. Sirve también para activar, incrementar y controlar la energía Kundalini.
En definitiva, te ayudará a sanar, potenciar, expresar o simplemente mejorar tus relaciones íntimas, a encontrar equilibrio mental, emocional y físico.
Se dice que para que no pierda sus propiedades no hay que agujerearla, sino engarzarla con hilo rodeándola.