Hoy os voy a hablar de Ganesh, uno de los dioses más queridos en la India con miles de seguidores en todo el mundo.
Cuentan que Ganesh era el hijo de Shiva y Parvati. Nació en ausencia de Shiva como guardián de la puerta de Parvati y cuando éste volvió no lo reconoció y lo decapitó. Cuando Parvati le explicó el tremendo error que había cometido, Shiva buscó al primer ser viviente que vio (que fue un elefante) y le volvió a poner cabeza al niño. Es por ello que tiene cuerpo de humano y cabeza de elefante.
Ganesh está cargado de simbología y se le suele representar con multitud de detalles: un hacha, una cuerda o serpiente, laddus (dulces), trompa de caracol, colmillo roto, la mano extendida como gesto de bendición, un halo en su cabeza que representa su condición divina y un ratón como vehículo que representa los deseos mundanos. Tiene tantos detalles que daría para que os los explicara en otro post con más detenimiento.
Ganesh es el dios de la protección y de la buena suerte, otorga prosperidad y fortuna en todos los ámbitos de nuestra vida. Es destructor de la vanidad, el egoísmo y el orgullo. Elimina todos los obstáculos materiales o espirituales de nuestro camino, por lo que suele invocársele cuando se van a realizar actividades importantes (mundanas o espirituales) para que la buena fortuna reine en todo lo que realicemos.